El Pueblo








El Otoño silencioso y suave entra en nuestra casa, como que no quiere. Se pega a la arboleda, la ilumina y luego la deja desnuda ante el invierno.










 

Nuestro invierno, apacible y violento, gris y blanco, temido y amado, tiene mil olores distintos, al igual que la primavera. El frio de la piel tiene un aroma especial, la humedad, la nieve, la leña, el fuego del hogar, la lluvia, el sol tímido . . . observar y vivirlo.


Cueva del Figar 

Se encuentra en la carretera de Adrados, entre el pinar y el pueblo. La mejor forma de acceder es por el propio pinar. Es una cueva pequeña, pero entretenida ya que tiene dos galerías. Hay que tener precaución en la entrada, ya que una de las galerías desciende justo en la entrada, a través de un hueco que no se aprecia por falta de luz.
Ha sido expoliada de estalactitas, pero es entretenida para visitar con crios, ya que es corta y no peligrosa siempre que se lleven linternas y precaución en la entrada. Aconsejable ropa vieja.

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis