Rincón del poeta

Dedicado nuestras Queimadas de "San Queremos"

"QUEIMADA"
" Con este fuego levantaré las llamas de esta luz que asemeja a la del infierno, 
Y huirán las brujas a caballo de sus escobas. " (del conjuro gallego) 

Las campanas tocan a Queimada 
en nombre del Agosto que se escapa, 
en nombre de los que se han ido 
a vestirse del cotidiano día a día 
con el despertador por corbata. 
Que las llamas azules, blancas y rojas 
acompañen a la última estrella fugaz, 
al último sueño de verano, 
al último beso usurpado en la calidez de la noche. 
Que la despedida sea con tertulia en la mesa, 
con fuego en la perola mezcladora de conjuros, 
con licor en el cazillo de barro 
y música y baile rompiendo la oscuridad. 

" . . . Oíd, las que no pueden dejar de quemarse en el aguardiente quedando así purificadas . . ." ( del conjuro gallego) 

Las llamas bailan por las bodas de verano. 
Antonio y Sonia, amigos de y perdidos por Adrados 
Sonia, azúcar y naranja, llama azul, sonrisa / luz en la noche, 
enamoramiento mediterráneo. 
Antonio, orujo y café, druida de la noche, 
recolector de hierbas, labrador de amistad. 
Por vosotros las primeras llamas. 
Por nosotros, duendes del lugar, amos de la casa sin techo, 
dueños del silencio y de las estrellas, 
presentadores del amanecer, por nosotros 
el fuego de la queimada 
dueña, ahora, de vuestros corazones. 

" . . . Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas, 
quedaremos libres de los males de nuestra alma 
y de todo embrujo . . ." ( del conjuro gallego ) 

Bailemos a la escoba de la reina bruja 
para que se deslice el brebaje; 
que se quemen entre danzas los dimes y diretes, 
los amores amargos y los desamores; 
y al que le toque la escoba que vigile, 
que vigile el fuego y la música, que nada se detenga 
y vigile hasta la última llama, hasta la última danza. 

". . . Fuerzas del aire, tierra, mar y luz, a ustedes le hago esta llamada, 
si es verdad que tiene más poder que la gente humana, 
aquí y ahora haced que los espíritus de los amigos que están afuera, 
participen con nosotros de esta queimada." ( del conjuro gallego)

Y por ellos, por los que en estos años nos han dejado a cambio de luz, 
jueces y maestros cariñosos en el más allá 
guardad el último cazillo de queimada ardiendo en el alma. 
Arriba, hacia las estrellas. 
Abajo, a la tierra fecunda. 
Al centro, por todos los danzantes. 
Para adentro, al cuerpo cuna de embrujos, creador de sueños 
Por los sueños . . . QUE SE CUMPLAN CON ESTE FUEGO.



Rodrigo Gil



Dedicada a Fina, hermana de Pura y esposa de "Pepe", el día de su trágico accidente


"EL CANTO DEL MIRLO"
Cuando el sol se acostaba a dormir la siesta
apoyada la luz contra el horizonte,
y los vecinos reposaban sus sueños en el cojín del escaño
al abrigo de la cocina milenaria,
José y Fina recogían la herramienta de la huerta,
protegían con mimo las plantas más delicadas del jardín
brotadas de yemas tempranas,
contra las heladas inesperadas de Febrero.
Una última mirada, un respiro y cerraban la portilla.

Asumida la partida, ¡ pronto !, que la noche es peligrosa.
Camino abajo, hacia la Villa - mañana pondremos las fresas -
Y otro día sobre el día.
Kilómetro a kilómetro, pueblo tras pueblo,
de la montaña a llano inalterablemente los dos,
siempre los dos, como si fueran de la mano,
juntos a su destino.
y el Destino con su traje negro
les esperó a la puerta de casa,
cuando ya no quedaba nada por andar.

Este verano nuevamente se oirá cantar
por la noche al mirlo, y en el cielo
veremos una nueva estrella.

Vela por nosotros Fina. Te queremos

Rodrigo Gil


 
Poema de Eduardo del Blanco, otro amigo ya fallecido; marido de Encarna.
Con su estilo ingenuo y muy descriptivo, nos lega descripción de costumbres y lugares
Pueblo que algún día fuiste
de los pueblos el mejor,
aquí en todo naturaleza
y sólo Dios la creó;
Tus valles y tus laderas
con tan frondosa arboleda.
Ya está saliendo la hoja
que llegó la primavera.
Con tus frescos manantiales,
tus rotas y tus hayedos
destacando casi siempre
los picos del "Artidiello".
Del alto las "Coladiellas"
se divisa todo el valle.
Incansable de admirar
aquel hermoso paisaje.
Los ganados iban subiendo
por caminos empinados.
¡Animo! que ya falta poco
para llegar a aquel prado.
Los segadores madrugaban
para ir a segar al prado.
La guadaña y los hierros al hombro
y el gachapo en el costado.
Cuando tocaba la trompeta
El pastor por la mañana y
todos habrían las ovejas
camino de la cañada.
Por aquellos valles arriba
iban subiendo las ovejas
y bajando las aguas
y sonando las cencerras.
Después de un trabajo duro
y apenas sin descansar
nos preparaban la cena
para llevarla al "Casar".
Cruzando por la "Lameda"
camino del "Arvejal",
el miedo que nos pasamos
en la plena oscuridad.
Balaba la cabra loca
por la "Peña del Trampal".
Llegábamos a "Veldedo"
sin casi poder hablar.
Montados en aquel burro
agarrados al ramal
terminamos el camino
sin apenas respirar
En llegando a la majada
el pastor siempre nos tenía
un cuenco de leche fría,
que después de bien migada
que rica que nos sabía.



 

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